Se celebra desde el siglo XVI, tras la bula del papa Julio II de 1512, que otorgaba el privilegio de la celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que convirtió al Monasterio de Santo Toribio en un importante centro de peregrinación. El motivo es la presencia en el monasterio del Lignum Crucis, la reliquia que Toribio de Astorga trajo de Tierra Santa, el trozo de la cruz de Cristo más grande que aún perdura. La peregrinación a Santo Toribio enlaza con el Camino del Norte a Santiago de Compostela. El Año Jubilar Lebaniego se celebra siempre que la festividad de Santo Toribio (16 de abril) cae en domingo.

Esta peregrinación es conocida como La Peregrina y tiene lugar en Alicante. Se celebra el segundo jueves posterior al Jueves Santo. Parte de la concatedral de San Nicolás de Bari, y desde allí, tras recorrer ocho kilómetros, se llega al Monasterio de la Santa Faz, donde se venera la reliquia del mismo nombre. Se trata de una de las tres faces reconocidas por la Santa Sede, que fue traída desde Roma por el cura de San Juan de Alicante, Mosén Pedro Mena. La peregrinación cuenta con la presencia anual de unos 260.000 peregrinos.

La reliquia fue entregada en el año 1399 al Rey de Aragón, Martín el Humano que lo tuvo en el Palacio Real de La Aljafería de Zaragoza y luego, hasta su muerte, en el Real de Barcelona en 1410, mencionándose el Santo Cáliz en el inventario de sus bienes. Su sucesor, el Rey Alfonso V el Magnánimo llevó el relicario real al palacio de Valencia, y con motivo de la estancia de este Rey en Nápoles, fue entregado con las demás regias reliquias a la Catedral de Valencia en el año 1437

El Beato Juan XXIII concedió indulgencia plenaria en el día de su fiesta anual, el Papa San Juan Pablo II celebró la Eucaristía con el Santo Cáliz durante su visita a Valencia el 8 de noviembre de 1982. Lo mismo sucedió con Su Santidad Benedicto XVI que celebró la Eucaristía con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, el 8 de Julio de 2006; finalmente, el Papa Francisco concedió la celebración de un Año Jubilar Eucarístico en honor del Santo Cáliz, cada cinco años a partir de 2015.

Sin duda, el Santo Cáliz sigue siendo la Gran Reliquia desconocida.

Es una peregrinación que se realiza al Castillo de Javier en Navarra. En este castillo nació en 1506 el misionero jesuita San Francisco Javier, hijo de los Señores de Javier. El origen de esta peregrinación está en 1886, cuando la Diputación Foral de Navarra organiza una peregrinación en acción de gracias a San Francisco Javier por no sufrir la epidemia de cólera. En 1941 se convoca de manera oficial la primera Javierada, el segundo domingo de marzo. Existen tres rutas principales: la Cuenca de Pamplona, la Zona Media y la Ribera de Navarra.

La Catedral-Basílica de la Virgen del Pilar es, según la tradición, el primer templo mariano de la Cristiandad. La tradición cuenta que el 2 de enero del año 40 del siglo primero la Virgen se apareció al apóstol Santiago, que se encontraba predicando en Caesaraugusta (actual Zaragoza) junto a un grupo de colaboradores. La poca acogida que el apóstol encontró entre los habitantes de la ciudad hizo que entre él y los suyos cundiera el desánimo. Para reconfortarlos, la Virgen María se apareció en carne mortal y le entregó un pilar, una columna de jaspe, como símbolo de la fortaleza que debía de tener su fe. Sobre ese pilar se apoya la imagen de la Virgen que se conserva en la Santa Capilla de la basílica.

El Santuario de la Virgen de Covadonga, imagen conocida popularmente como La Santina, se encuentra en el concejo de Cangas de Onís (Asturias). Su origen está vinculado a la figura de Don Pelayo y a la batalla de Covadonga. En el santuario se encuentra una gruta que alberga la imagen de la Virgen. Además de la Santa Cueva, el santuario lo conforman una basílica del siglo XIX, la Colegiata de San Fernando (del siglo XVI), el mesón de peregrinos (un caserón construído en 1763) así como otras dependencias dedicadas a albergue y a casa de ejercicios.